ENCUENTRA LO QUE DESEAS!!!

Búsqueda personalizada

todo sobre deportes/sports

martes, 13 de julio de 2010

BRASIL COPA MUNDIAL FIFA /2014,

El sonido de las vuvuzelas todavía está en el aire. Sudáfrica continúa respirando el clima de unión y celebración traído por la Copa Mundial de la FIFA, y que tiende a dejar su marca para siempre en la historia del país. Pero, al mismo tiempo, tras la estela de nostalgia que empieza a dejar el torneo de 2010, al otro lado del Atlántico ya se está fraguando una alegría. Una alegría en muchos aspectos semejantes a la que se ha vivido en el continente africano.


“¿Hay tantas diferencias entre África y Brasil?”, se preguntó el Presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, durante la presentación del emblema oficial de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, en Johannesburgo, en la que una tierra de alegría y calor humano directo pasó el testigo a otra. “¿Un ritmo diferente de los tambores, tal vez? Pero la esencia es la misma: de alegría”.


El Presidente del Comité Organizador de Brasil 2014, Ricardo Teixeira, también mostró su felicidad por la transición que realizará la Copa Mundial de la FIFA: tras su primera experiencia africana, no regresará al país de su origen, pero sí a aquel donde el fútbol se vive de manera más apasionada. “Es interesante observar cómo el mundo ha quedado más ‘africanizado’ después de este Mundial; cómo cada uno de nosotros volverá a su país un poco más africano”, afirmó Teixeira al elogiar la organización de Sudáfrica 2010 y el espíritu de confraternización que ha encontrado. “Ahora es el momento de que el mundo se prepare para volverse un poco más brasileño. Un equipo de 190 millones de brasileños transformará el Mundial en la mayor fiesta del planeta. Una fiesta llena de alegría, música y organización”.


Y en el apartado específico de la organización, Ricardo Teixeira no oculta su propósito de aprender de los errores y aciertos para seguir dando cada vez más realce a la Copa Mundial de la FIFA. “Por mi experiencia como miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y de la Comisión Organizadora de las dos últimas ediciones del Mundial, puedo decir que la FIFA revisa constantemente sus conceptos y operaciones. Antes de Alemania 2006 se procuró cambiar cualquier cosa que no hubiese sucedido de la mejor manera en Corea del Sur y Japón en 2002, por supuesto. Lo mismo pasó en Sudáfrica respecto a Alemania. Y, ciertamente, aprenderemos de todo lo que ha sido un éxito y también tendremos cosas que corregir de cara a 2014”, indicó. “Debemos utilizar todas las enseñanzas que podamos extraer de aquí, las positivas y las negativas, para no repetir errores y mantener todo aquello que esté bien”.


El técnico campeón del mundo con la Seleção en 1994 y responsable de los Bafana Bafana en 2010, Carlos Alberto Parreira, recordó el ambiente de desconfianza que había en cuanto a la capacidad de Sudáfrica para organizar el torneo durante su primera etapa al frente del combinado anfitrión, en 2007, y reiteró su satisfacción con los resultados obtenidos: los mismos que espera ver en Brasil. “Después de años de trabajo que yo acompañé de cerca, la estructura, la planificación, el apoyo del gobierno y la agilidad en las decisiones lograron que el Mundial en Sudáfrica fuese un éxito. Tenemos que aconsejarnos, reunir gente con experiencia y reforzar nuestra unidad, lo que va a ser fundamental para un país de dimensiones continentales como el nuestro”, subrayó el entrenador, que conoció el país africano lo suficiente como para constatar las transformaciones que van más allá del fútbol. “La imagen de Sudáfrica ante el mundo ha cambiado. Las ciudades han mejorado, y existe un legado. Esperamos que ocurra lo mismo en Brasil”.


Durante la final del domingo, en la que España se proclamó campeona en el Soccer City, ya era palpable el puente directo que se ha trazado entre Sudáfrica y Brasil. Entre banderas holandesas y españolas, destacaban, por un lado, infinidad de camisetas amarillas de los Bafana Bafana y carteles de agradecimiento por todo lo que el certamen ha significado para la nación. Y, por otro, un puñado de carteles y camisetas del mismo color que saludaban la llegada de 2014. La fiesta, inolvidable, ha terminado, y es una pena. Pero lo bueno es saber que, al mismo tiempo, se ha emprendido el camino hacia una nueva celebración.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario